Ricardo Costa: Cuando la torre se enroca (actualizado)

El caso Gürtel, por el contrario, nos acaba de dar un ejemplo de un enroque llevado a cabo por la propia torre que, lejos de intentar proteger al rey, lo arrincona y le obliga a protegerla bajo la amenaza implícita de tirar de la manta y arrastrarle consigo en su caída, hacia el jaque mate final.
En el papel de torre rebelde tenemos al Secretario General del PP valenciano, Ricardo Costa, quien ha salido a la palestra no para sacrificarse por su rey Francisco Camps sino para comprometer a todo el Partido Popular afirmando por este orden, que aceptará -que remedio- su cese pero que no va a dimitir, que siempre ha obedecido a Camps y a Rajoy y que no está dispuesto a asumir como propias responsabilidades de terceros.
Además, le afea la conducta a la dirección nacional del PP a la que acusa de dejarle caer al tiempo que insta a la misma a que defienda su imagen, su honor y su honradez y le lanza el reto de abrir una investigación interna sobre su persona.
El problema principal de Ricardo Costa es que va con el paso cambiado. Aquí ya no se trata de comisiones de investigación en un Parlamento Autonómico de la Señorita Pepis o de investigaciones internas como la que montó en su día la misma Cospedal que calla como una tumba en La Mancha respecto al escándalo de la CCM y tampocio es una guerra de dossieres como la que tan irresponsablemente inició (¿en solitario? ¡ja!) Luis Bárcenas: Aquí estamos hablando de una cosa tan seria como una investigación judicial en la que se ha descubierto una red de enriquecimiento ilícito a la sombra de las que son, por votos y presupuesto, las Comunidades Autónomas más relevantes en las que gobierna el Partido Popular.
La situación está absolutamente judicializada, pese al riesgo concreto de que a Garzón se le caiga parte del sumario por no haber respetado la confidencialidad abogado-cliente en un escándalo sin precedentes conocidos. Y, como en toda situación política judicializada, hay incontables filtraciones. En esta situación, en Génova debe cundir un pánico que seguramente se ha elevado al cubo tras los siguientes hechos concretos:
1) Aznar anuncia que atacará a Rajoy directamente si él intenta desviar el asunto Gürtel hacia la época en la que el primero lideraba el PP, y este anuncio se realiza justo cuando el nombre de Alejandro Agag empieza a salir directamente en los papeles del Gürtel.
2) Esperanza Aguirre demuestra que ella sí manda en su organización regional y que no tiene miedo de que nadie "tire de la manta" contra ella expulsando de su Grupo Parlamentario a tres diputados autonómicos implicados, así como a un par de alcaldes.
Y es que lo que está en juego es ni más ni menos que la legitimidad de la actual dirección del Partido Popular, quien -como ya dijimos- va a evitar en todo lo posible el tomar medidas contra un Camps a quien le debe, esencialmente, el liderazgo.
Y el enroque de Costa, quien le ha recordado muy acertadamente a Francisco Camps que él lle siguió en su apoyo a Rajoy pese a que quien pretendía rivalizar con el Presidente era su propio hermano, otorga un nuevo nivel de complejidad al ajedrez a tres entre Rajoy, el PPV y Esperanza Aguirre en el que se disputa en gran medida la dirección nacional presente y futura del PP.
Actualización: Entre lágrimas y tras 24 horas de esperpento político en el que, pura y simplemente, nadie sabía si Costa seguía siendo o no el Secretario General del Partido Popular Valenciano, la torre que quiso enrocarse ha caído. Ricardo Costa ha hecho pagar un precio altísimo por su cabellera y Camps ha resistido todas y cada una de las presiones de Génova (desde la Secretaria General hasta el Comité de Garantías) hasta que ha obligado a intervenir al mismo Mariano Rajoy. La partida continúa.