
Es evidente,
como el mismo premiado reconoce, que no se lo merece. Pero desde luego el mundo imbécil en el que vivimos sí se merece el otorgamiento del Nobel de la Paz a Obama. Es coherente con la idiocia generalizada en la que vivimos, particularmente en Europa.
¿Se lo han dado porque "casi" cierra Guantánamo? ¿Se lo han dado porque
"por poco" no sigue la guerra en Afganistán? ¿Se lo dan porque "a lo
mejor" no incrementa las hostilidades en Pakistán? ¿Se lo han dado
porque "sólo ha faltado un pelo" para que persiguiera e hiciera
públicas las torturas del Ejército en Irak y de la C.I.A en todas
partes? o ¿Se lo han dado porque "ni por asomo" ha conseguido un
acuerdo de Paz en Palestina?
No se molesten en buscar respuestas o causas. Después de otorgarse a personajes como Jimmy Carter (quien dejó caer al Sha de Persia), a la mentirosa Rigoberta Menchú, al muñidor de golpes Kissinger y a los terroristas Yasser Arafat y Simon Peres, nada puede sorprendernos ya del Premio Nobel de la Paz.
Próxima parada: Zapatero, Nobel de Economía. Permanezcan atentos a sus pantallas.