El Ministerio del Abracadabrismo

Con todo, Corbacho tiene razón. Las únicas medidas que él, como Ministro de Trabajo, podría aportar a la actual situación del país serían pura y simplemente, flexibilizar el despido y reducir las cotizaciones sociales.
Lo primero es ideológicamente imposible para el Gabinete Apocalipsis, empeñado en que abaratar el despido es malo para el empleo en época de crisis. Dado que abaratar el despido es, para estos preclaros pensadores, malo para el empleo, quizá podrían, siguiendo esta línea de pensamiento, terminar concluyendo que encarecerlo es bueno. Así que más valdrá contentarse con que a este respecto no hagan nada. Punto, por lo tanto, para Manuel Corbacho.
En cuanto a lo segundo, el problema de fondo es que los sistemas sociales ya están en quiebra, acelerada por la inmigración masiva que supuestamente venía a pagar nuestras pensiones y en la práctica ha saqueado el sistema asistencial público a fuerza de obligarle a hacerse cargo de los ascendientes, descendientes no-cotizantes del trabajador inmigrante, cotizante por lo mínimo. Reducir las cotizaciones a la Seguridad Social obligaría a reconocer esta quiebra fáctica del sistema. Tarde o temprano tendrá que hacerse -y lo ha advertido ya incluso el Banco de España- pero ningún gobierno -salvo quizá uno de unidad nacional para salvar el sistema del 78- asumirá el coste político de semejante medida si puede evitarlo.
Y Zapatero cree que su Gobierno puede retrasar la quiebra del sistema y pasarle la papeleta al siguiente. Por lo que Corbacho tampoco puede hacer nada a este respecto, salvo exhortar a la Inspección de Trabajo a que ponga más multas.
¿Qué es lo que puede hacer Corbacho para frenar el aumento del paro? Pues maquillar las cifras oficiales para evitar que se llegue a la barrera psicológica de los cuatro millones a costa de lo que sea. Y a ello se está empleando con pasión, desde antes del verano.
El Ministerio de Trabajo queda así convertido, no ya en el Ministerio del Paro, sino en el Ministerio de la Ilusión. El Ministerio del Abracadabrismo.
Disfruten lo votado, caballeros.